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13/11/97 - 702

CARBAP y el Banco de la Nación Argentina


CARBAP, DEFIENDE la permanencia del Banco de la Nación Argentina en manos del Estado, por considerarlo un instrumento financiero fundamental para el desarrollo económico y social del país.

 

CARBAP PROPONE la realización de una "consulta popular" obligatoria y vinculante para decidir si el Banco de la Nación Argentina debe ser privatizado o no, en caso que se presentare en la legislatura algún proyecto privatizador (art. 40, párrafo 1, C.N.).

 

CARBAP EXIGE del Congreso Nacional, la inmediata reglamentación legal de la "iniciativa popular" consagrada en el art. 39 de la nueva Constitución Nacional , así como de la "consulta popular" que prevé el art. 40 de la misma.

 

Ante la falta de legislación en esas materias:

 

CARBAP INVITA a la ciudadanía y a sus instituciones intermedias, sin distinción alguna de naturaleza , objeto, banderías, ideologías u orientaciones políticas:

 

1º) A reunir las firmas necesarias para presentar "por vía de una iniciativa popular", un "proyecto de ley reglamentario de la iniciativa popular", (art. 39 C.N.).

 

2º) Simultáneamente, apoyar con su firma la presentación , por vía que aquella iniciativa popular así reglamente , de un proyecto de ley reglamentario de la "consulta popular" (art. 40,último párrafo, C.N.).

 

3º) En la misma movilización, adherir con las firmas suficientes, a la presentación "por vía de iniciativa popular", de un proyecto de ley que establezca que una eventual privatización del Banco de la Nación Argentina, deberá ser consagrada únicamente por ley, previa "consulta popular" inexcusable y vinculante (art. 40, primer párrafo, C.N.).

 

Buenos Aires, Noviembre 13 de 1997.-

 

GACETILLA COMPLEMENTARIA Y EXPLICATIVA

 

De los fundamentos del comunicado de CARBAP referido al Banco de la Nación Argentina

 

CARBAP lo defiende:

 

a) Porque pertenece a la Nación aún antes que al Estado.

 

b) Porque es el único que llega hasta el último rincón del país, con el sentido tanto social como utilitario que ello implica.

 

c) Porque ha demostrado que se pueden hacer negocios financieros sin perder plata, y a la vez sin privar de financiamiento a pequeños proyectos que a la banca privada no le interesan por no resultarles atractivos o rentables en la medida de sus apetencias de ganancias, que por cierto no son las mismas a que aspira el Banco Nación.

 

d) Porque ante un concepto nuevo y aún no demasiado definido de globalización, los países deben ser prudentes en la resignación del manejo de instrumentos esenciales vinculados con los aspectos más sensibles de la economía social.

 

e) Porque el proceso de reconversión del sector financiero argentino, está aún en trámite, sin que se pueda prever con certeza su destino, razón por la cuál resultan imprescindibles los instrumentos orientadores, líderes y testigos a la vez, del cambio.

 

CARBAP exige del Congreso que cumpla con su función legislativa, máxime en los casos en que la propia Constitución lo obliga a dictar leyes reglamentarias (como en los arts. 39 y 40, de iniciativa y de consulta popular respectivamente), y mucho más aún si le exige hacerlo dentro de un plazo determinado (18 meses para reglamentar el derecho de "iniciativa", según la cláusula "tercera" de las Disposiciones Transitorias) que ha sido largamente superado.

 

CARBAP propone que si se presenta un proyecto de privatización del Banco Nación, el mismo deba ser sometido a "consulta" popular ineludible, dada la trascendencia del tema, que involucra el bolsillo individual de la mayoria de los argentinos que trabajan con su banco. No es posible que por razones técnicas, un pequeño grupo de tecnócratas muy bien pagos y hasta involucrados en el resultado, resuelvan tal privatización a despecho o ante el silencio obligado, (por falta de consulta), de la mayoría de la sociedad, ya que todos somos sus dueños a través del Estado.

 

Toda esta defensa, no nos impide saber del atraso tecnológico, de los altos niveles de ineficiencia operativa y de los riesgos de corrupción, aspectos todos ellos muy serios, cuya corrección exigimos. Pero para poder ejercer con legítimos derechos el control de la institución, es necesario que siga siendo nuestra. De todos.


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