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Asamblea de Productores del Sur de Buenos Aires y La Pampa en BahÃa Blanca
La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) convocó a sus afiliados del sur de esas provincias a una asamblea zonal que se realizará el martes 9 del actual, a las 9, en la sede del Centro de Empleados de Comercio de Bahía Blanca, ubicado en la calle Rodríguez 60 de esa ciudad.
La asamblea es organizada conjuntamente con la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (CONINAGRO) y la Federación Agraria Argentina, previéndose la concurrencia de aproximadamente un millar de productores y dirigentes.
Como en el resto del país, los productores agropecuarios del sur de ambas provincias deben enfrentar una agudizacion de la presión fiscal en medio de la situación de crisis que atraviesa el sector por la baja de los precios internacionales iniciada hace más de dos años y profundizada a partir de la crisis económica y financiera en los mercados internacionales.
En esa subregión, la crisis agropecuaria castiga con mayor crudeza que en otras partes debido a distintas contigencias climáticas que en los últimos cinco años han disminuido sensiblemente los rendimientos de las cosechas, motivando sucesivas declaraciones de emergencia cuyos beneficios no alcanzan a cubrir las graves pérdidas de los productores.
El estado de ánimo de los agricultores y ganaderos es de absoluto desaliento y de protesta para obtener los medios que permitan su supervivencia. Quienes en la última campaña sembraron trigo cuando el precio estaba en 130 o 135 dólares por tonelada hoy están comercializando su producción a 92 o 94 dólares. Peor es la situación del girasol, que se sembró cuando valía 230 dólares y ahora sólo se lo puede vender a 135. En el caso de la ganadería bovina las cosas no van mejor: el precio promedio del kilo vivo de novillo en Liniers bajó de 1,26 en julio último a menos de 80 centavos en la actualidad.
Si bien existe el riesgo empresario, y la caída de los precios es parte de ese riesgo, en la Argentina se ve acentuado por desigualdades de distinto tipo frente a países competidores, quedando en franca desventaja respecto de los costos de producción . Mientras en el mundo el precio del petróleo bajó de 18 a 12 dólares por barril, en nuestro país el precio del gasoil se mantiene prácticamente sin cambios y es uno de los más caros del orbe. De la presión fiscal, ni qué hablar; sólo basta decir que mientras aquí se sigue apretando la tuerca en los Estados Unidos anuncian mayores ayudas a sus agricultores y en la Unión Europea no se termina de definir una nueva disminución de los subsidios y se mantienen los vigentes . Y el otro gran tema, la política crediticia, se ha endurecido dramáticamente en los últimos tiempos, tanto por las mayores exigencias para acceder a los préstamos como por el monto de las tasas, impagables con la actual rentabilidad agropecuaria.
Estas son algunas de las razones del malestar de los productores del sur bonaerense y pampeano, que al igual que los del resto del país se esforzaron para darle a la Argentina cosechas récord en las dos últimas campañas y hoy reciben como premio acusaciones de ineficiencia por parte de algunos funcionarios, definitorias de una absoluta falta de respeto y desinterés por el hombre de campo y su actividad.
Buenos Aires, Marzo 4 de 1999.
