Por favor, inserte su e-mail Se enviará la clave al email de registro
Seccion
Tamaño de tipografía
10/12/99 - 804

Los bajos precios y el acoso Fiscal apremian a los productores


La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) continúa con los preparativos de la asamblea de productores y dirigentes de ambas provincias que realizará el 18 del actual, a las 9.30, en la Sociedad Rural de Bolívar.

 

A ella asistirán el secretario de Agricultura, Ganadería, Alimentación y Pesca, doctor Antonio Berhanogaray; el ministro de Asuntos Agrarios de Buenos Aires, doctor Haroldo Lebed, y el ministro de la Producción de la provincia de La Pampa, Ing. Néstor Alcala.

 

El propósito de la asamblea es permitir a los funcionarios escuchar de los propios protagonistas la profundidad de la grave crisis por la que atraviesa el campo, cuyos efectos se están sintiendo con fuerza en los pueblos del interior y ya comienzan a repercutir en las grandes industrias y el área de servicios por la falta de recursos económicos y el quiebre de la cadena de pagos.

 

El campo está inmerso hoy en la peor crisis de su historia .por la baja de los precios internacionales producto de la crisis económica y de los elevados subsidios de los países desarrollados, la creciente presión impositiva local, restricciones crediticias y tasas de interés que exceden largamente las internacionales y por la persistencia del alto "costo argentino" que resta competitividad al sector.

 

Más de 200.000 productores agropecuarios desaparecieron en la última década como consecuencia del desequilibrio de los precios relativos al momento de establecerse la convertibilidad, y los que se mantienen en actividad han realizado un ajuste brutal en sus costos e ingresos, pese a lo cual no eliminaron el peligro de su desaparición.

 

En los nueve primeros meses de este año las exportaciones argentinas declinaron un 13% en valor por la baja de los precios, que se suma a una baja similar o mayor registrada en 1998. Mientras aquí se responde a la crisis con más presión impositiva, en los Estados Unidos se han elevado las ayudas a los productores a 93.000 millones de dólares y a 13.000 millones para sus exportaciones agrícolas. En en la Argentina no hay subsidios, pero el mundo desarrollado con el que tenemos que competir invierte más de 340.000 millones de dólares anuales en apoyo de sus producores y exportadores.

 

Independientemente del ajuste de costos, el productor argentino invirtió importantes sumas para reconvertirse tecnológicamente y eliminar enfermedades que, como la aftosa, limitaban nuestro acceso a los mercados más exigentes. Y la pregunta que se hacen es ¿para qué?, si hoy están más endeudados y con la cadena de pagos cortada.

 

Las distintas producciones atraviesan situaciones casi inéditas en la historia.

 

Los productores lecheros, que hace un año percibían aproximadamente 20 centavos por litro entregada, hoy cobran como máximo 14, con extremos que llegan a menos de 10 centavos con pago a 90 días. Un tambero que el año último necesitaba 600 litros de leche para comprar una tonelada de alimentos balanceado ($120/ton) hoy, al mejor precio que paga la industria, tiene que destinar 858 litros. La confección del silo de maíz, que demanda 200 pesos por tonelada, el año pasado se pagaba con 1000 litros frente a los 1429 litros de 14 centavos de hoy. El gasoil costaba menos de 40 centavos por litro y hoy está encima de 45. Las industrias incrementan sus exigencias de todo orden, mientras de marzo a esta parte se registran no menos de diez bajas mensuales en los precios pagados al productor.

 

La cosecha de trigo, que se espera alcance los 14.500.000 toneladas en esta campaña, será ruinosa para el productor. Los ya bajos precios de aproximadamente 108 dólares por tonelada que se pagaron en enero de 1999 han caído de quebranto. Hoy el trigo enero vale sobre Buenos Aires 83 dólares, pero el acoso financiero está llevando a los productores a vender disponible a precios menores aún. Los granos de la cosecha gruesa, después del veranito de los precios de hace un par de meses, han vuelto prácticamente a los bajos niveles anteriores, que ya eran negativos, y todavía falta mucho por recorrer hasta la cosecha, contabilizándose en el capital invertido para esta nueva cosecha pérdidas provocadas por las inundaciones, sequías y heladas.

 

La ganadería bovina es la menos castigada, aunque los precios de hoy están muy por debajo de los de hace un año y las exigencias de inversión se han incrementado considerablemente para que el negocio mantenga una menguada rentabilidad.


La cría y el engorde de porcinos es otra actividad en crisis por la competencia desleal que a través de los subsidios realiza Brasil ante la pasividad de los funcionarios argentinos, en tanto que la producción ovina práctiamente ha desaparecido por la ausencia de rentabilidad.

 

Este es el cuadro general que enfrentan hoy los productores y que quieren exponer en Bolívar a las máximas autoridades agropecuarias, no para demandarles por una situación que heredan, sino para que reaccionen con rapidez y faciliten la salida de esta situación casi terminal para muchos productores.

 

Buenos Aires, Diciembre 10 de 1999.


facebook twitter