Declaración de CARBAP. Se impone la necesidad de un cambio

La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) asiste con profunda preocupación a la culminación de un año que se inició cargado de ilusiones y finaliza pleno de frustraciones y de incertidumbres que se proyectan hacia el futuro por el incumplimiento de las promesas electorales de las autoridades nacionales y la profundización de una política económica que condena a la marginación y subsiguiente desaparición a los sectores productivos.

La aguda e históricamente más prolongada recesión económica que envuelve a todo el país y cuyos síntomas son el persistente decrecimiento de los principales indicadores es producto del error de diagnóstico en el que incurrieron las autoridades al apostar todas las fichas al incremento de la recaudación para solventar un aparato estatal cada vez más gastador e ineficiente, en lugar de adoptar políticas que apuntaran al crecimiento armónico y sostenido de las distintas actividades internas que son base genuina de la economía nacional.

Tal error de diagnóstico constituye una falta de responsabilidad del gobierno nacional y es fruto de su empecinamiento de no escuchar a los sectores productivos, lo que genera una falta de credibilidad interna y externa que sólo contribuye a acrecentar el deterioro del país, el empobrecimiento de su gente y el irrefrenable crecimiento de la deuda externa.

CARBAP ya había alertado sobre esta situación al Gobierno anterior , volvió a hacerlo en diciembre de 1999 y ahora reitera que si no se apunta a una mayor actividad económica la Argentina va a continuar estancada y en retroceso, y sin crecimiento todo va a ser inútil.

El país acaba de recibir un apoyo económico internacional de casi 40.000 millones de dólares que por sus características parece mostrar el temor del Primer Mundo a que un "default" de la Argentina ponga en riesgo la frágil estabilidad económica latinoamericana, al tiempo que garantice el cobro de sus acreencias en los próximos años a quienes han financiado a los Estados nacional y provinciales con tasas usurarias.

CARBAP entiende que este apoyo o "blindaje" no debe ser utilizado para pagar las cuentas externas ni para seguir sosteniendo gastos improductivos que alientan la corrupción y el oportunismo de la clase política. Esa ayuda debe ser aplicada a la elaboración y ejecución de políticas que promuevan las actividades productivas internas, capaces, como lo demostraron en el pasado, de generar riquezas y bienestar para toda la población.

Hoy existe un grito de todo el interior que pide a los gobernantes que se lleven por las necesidades de la gente que vive en el país y no por las exigencias financieras del exterior.

CARBAP le pide a Dios que ilumine a nuestros gobernantes para que cambien el rumbo de la economía y los aleje del riesgo cada vez más cercano de ser responsables de la disgregación de la Argentina y su desaparición como país libre y soberano.

Buenos Aires, Diciembre 26 de 2000.