La importación de carne y hacienda uruguaya

La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) expresa su malestar y desagrado frente a informaciones periodísticas que dan cuenta de un acuerdo suscripto entre los gobiernos argentino y uruguayo por el que se autorizaría la importación de carne y hacienda en pie desde Uruguay a partir de la segunda quincena de julio.

Si bien esta Confederación comparte el espíritu de confraternidad y apoyo a los productores del país vecino que ven severamente perjudicada su principal fuente de ingresos de exportación por la reaparición de la aftosa en sus rodeos, considera que las autoridades argentinas deberían priorizar los muy graves problemas que padecen los productores locales como consecuencia de la misma enfermedad.

Como a los uruguayos, la aftosa nos ha marginado de los principales mercados de exportación provocando un caos económico y financiero en la industria frigorífica, la pérdida de varios miles de puestos de trabajo y una declinación de las cotizaciones que perciben los productores.

Abrir la frontera para resolver la situación del vecino contribuirá a incrementar una oferta que ya es abundante y a deprimir más los precios, justo cuando los ganaderos locales ven acrecentarse los costos indirectos que les ocasiona la lucha contra la enfermedad. Esto sin tener en cuenta las dificultades de otro tipo que son motivo de reclamo desde hace tiempo.

CARBAP cree necesario que el gobierno argentino procure otras formas de apoyo al Uruguay, pero no por una vía que resulte en perjuicio de los ganaderos, víctimas de la aftosa por la inoperancia de los controles que debió aplicar el gobierno para prevenir el retorno de la enfermedad a nuestros campos.

Además, advierte sobre el eventual peligro que implica dicho comercio, ya que si bien se traerán animales presuntamente vacunados, se desconoce el origen de dicha vacuna y si en su elaboración no se utilizan elementos biológicos portadores de un mal mucho más grave, como el de la vaca loca.

Asimismo, CARBAP expresa su preocupación por el cierre del mercado chileno para nuestras carnes, aunque permite el ingreso de otras de países limítrofes que también tienen aftosa y son trasladadas atravesando el territorio argentino, lo que implica el riesgo potencial de seguir contaminando al país con virus que puede ingresar desde el exterior.

Buenos Aires, Mayo 31 de 2001.