Por favor, inserte su e-mail Se enviará la clave al email de registro
Seccion
Tamaño de tipografía
02/08/01 - 848

El BAPRO debe restituir el financiamiento al agro


Frente a la difícil situación por la que atraviesan los productores agropecuarios bonaerenses y a la ruptura de la cadena de pagos, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) está realizando arduas gestiones ante las autoridades del Banco de la Provincia de Buenos Aires para que esa institución financiera flexibilice su postura de suprimir intempestivamente líneas crediticias que tenía a disposición de los distintos sectores de la producción.

 

CARBAP es consciente de las dificultades por las que atraviesa el país, la provincia, el sistema financiero argentino en general y el Banco de la Provincia de Buenos Aires, en particular pero entiende que la interrupción del financiamiento a los productores no resolverá los problemas sino que los agravará. La carencia de recursos financieros paralizará o disminuirá drásticamente la producción y los ingresos de los productores, lo que alejarÁ  más la posibilidad del Banco de recuperar sus acreencias.

 

Advertimos tambiÁ¨n que el Banco Provincia en lugar de aplicar tantas trabas a la asistencia crediticia a los sectores productivos, podrÁ¬a implentar ante la crisis las economÁ¬as necesarias en su costosa estructura burocrática.

 

Asimismo, de continuar con las restricciones las arcas provinciales sufrirán el impacto de una caída importante de la recaudación impositiva por la carencia de ingresos que tendrán los productores, que repercutirá también en la obtención de recursos por parte del gobierno nacional, afectando seriamente los niveles de la coparticipación a la provincia.

 

CARBAP estima necesario que tanto las autoridades del Banco de la Provincia como del gobierno bonaerense consideren en sus debidos alcances las serias consecuencias que tendrá el desfinanciamiento de los sectores productivos, ya que a las razones antes apuntadas hay que agregar el impacto negativo que tendrá la disminución de la producción en el volumen de las exportaciones agropecuarias, que aún hoy en la crisis del sector representan la mitad de los ingresos genuinos del país.

 

Por otra parte, deberán analizar también los graves problemas sociales que tendrá la caída de la actividad económica en los pueblos del interior provincial, pues se acentuarán las demandas de ayuda para programas sociales que la provincia está cada vez más lejos de poder atender. No se necesita ser demasiado perceptivo para inferir que todo esto generará nuevos focos de conflictos como los que se han visto en los últimos tiempos en el conurbano y en numerosas localidades del interior provincial.

 

Buenos Aires, Agosto 2 de 2001.


facebook twitter