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26/07/07 - 1141

Lineas discursivas hotel Castelar - Capital Federal 26-07-2007 - Pedro Apaolaza


Señores Gobernadores,
Señores Intendentes
Señores y señoras presidentes de Sociedades Rurales (porque en CARBAP hay mujeres al frente de rurales)
Señores directivos e integrantes de otras instituciones
Señores periodistas
Señoras y Señores

 

Hoy estamos reunidos para dar por concluida una destacada y relevante etapa de nuestra entidad, que honrosamente me toca presidir, en estos primeros setenta y cinco años de vida.

 

Años en los que distintas generaciones de dirigentes hemos coincidido fundamentalmente en la firme defensa del productor agropecuario bonaerense y pampeano, con convicciones y principios que han dado vida a esta entidad y que nos fueron legados por quienes nos precedieron.

 

Creemos y estamos convencidos que una organización gremial, como la nuestra, debe nutrirse de principios y convicciones, y tener una conducción que los haga valer. CARBAP es fiel reflejo de esa trayectoria. El accionar gremial es el eje principal y motivador de nuestro existir. Nuestras acciones circunscriptas a las provincias de Buenos Aires y La Pampa, muchas veces exceden esta región trasladándose a todo el país.

 

Argentina por sus características geográficas y culturales es un país eminentemente agro exportador.

 

Todas las veces que Argentina aceptó esa virtud y ese destino histórico, nuestra economía despegó.

 

Lo hemos dicho muchas veces, pero es bueno repetirlo: el sector agroindustrial aporta el 52% de las exportaciones totales de la Argentina, emplea al 37% de la población económicamente activa y cede más de 8.400 millones de pesos anuales en retenciones. Casi nada.

 

El agro fue siempre el motor de la economía nacional, y por eso se lo ha convocado durante las peores crisis. Es el artífice del superávit que permite un crecimiento superior al 8% anual. Esto todavía parece no haber sido comprendido y ha sido persistentemente ocultado por el Poder Ejecutivo.

 

Hace apenas unos meses la Argentina estaba despegando nuevamente. Pero una vez más, como en tantas otras ocasiones en la historia de nuestro país, una política errada en manos de resentidos funcionarios puso en peligro esa oportunidad. A pesar de todas las decepciones vividas en los últimos tiempos, me permito ser optimista: estamos a tiempo de salvarlo.

 

Un claro ejemplo de ello es lo que ocurre en las provincias que representamos.

 

Mucho se ha trabajado en estos años en las provincias de Buenos Aires y La Pampa, con diálogos fructíferos y esfuerzos en conjunto, conociendo la relevancia que el sector tiene en las economías provinciales.

 

Como bonaerense debo decir que encontramos en nuestra provincia, interlocutores validos en las distintas gestiones gubernamentales.

 

Destacamos la gestión del Ministro de Asuntos Agrarios de Buenos Aires, Ing. Agr. Raúl Rivara y su equipo, quien en los momentos mas difíciles de nuestra relación a nivel nacional supo mantener el dialogo con responsabilidad y compromiso. Hemos trabajado firme y exitosamente en el área de Seguridad Rural, en la puesta en marcha del plan ganadero provincial, en el plan maestro de la Cuenca del Salado €que inicio el actual ministro Rivara cuando era ministro de Obras Publicas -, en la critica situación de los productores del sudoeste y en todas aquellas problemáticas que se han venido desencadenando en los últimos años.

 

Desde siempre CARBAP ha trabajado junto a los gobiernos provinciales, con espíritu constructivo.

 

En la provincia de La Pampa hemos encontrado también predisposición por parte de las autoridades para trabajar en conjunto, con miras a mejorar la situación sectorial y poder asistir a los productores agropecuarios ante las distintas situaciones límites que la provincia ha sufrido en los últimos tres años por sus condiciones climáticas.

 

Hemos acompañado el plan ganadero que ha impulsado la provincia y que ha tenido una aceptación muy cautelosa por los productores, que fueron poco a poco incorporándose, donde en base a planteos técnicos la provincia asiste con capacitación y un subsidio de tasas para el acceso a distintos créditos de acuerdo a su destino.

 

Se impulso el plan de enfermedades venéreas en algunos departamentos de la provincia, generando la conciencia del trabajo sobre las enfermedades y asistiendo desde los productores con el pago de los honorarios veterinarios y análisis.

 

Se han impulsado los planes ovinos y porcinos y se ha trabajado sobre la tecnificación de los frigoríficos provinciales existentes, creándose el frigorífico caprino en Santa Isabel y estando en marcha otro frigorífico en Bernasconi.

 

Los funcionarios provinciales pampeanos están concientizados de la importancia de trabajar codo a codo con los productores.

 

La ganadería vive un momento muy particular. Nunca antes en la historia económica de nuestro país €y dudo acerca de algún antecedente similar en el mundo- se han cerrado, y mas tarde restringido las exportaciones de nuestro producto de mayor calidad y más emblemático, la carne.

 

Se han promulgado insólitas resoluciones, regulaciones, se reflotó la ley de abastecimiento del año 74, se prohibió la faena de animales jóvenes quitándole mas oferta de carne al mercado. En síntesis, todo mal.

 

Desde CARBAP siempre entendimos la preocupación del gobierno por la incidencia del precio de la carne en el índice de inflación y en su relación con los bonos de la deuda externa, pero las medidas que el gobierno ha adoptado han causado un daño irreparable a un sector que ha motorizado e impulsado la economía nacional.

 

Acaso desconoce el gobierno que no hay economía que haya logrado un desarrollo sustentable sin exportaciones y sin mercados externos.

 

Hemos defendido a la ganadería con entereza y dureza, enfrentándonos a febriles e impacientes funcionarios que con su obsecuencia y falta de sentido común han puesto de relieve la incapacidad de esta administración de gobernar para todos los argentinos.

 

Desde CARBAP tenemos la férrea seguridad de haber dado fielmente cumplimiento a los reclamos de nuestras bases. Y haber estado a la altura que la circunstancia requería. Ignorando, como corresponde a una entidad gremial, todo tipo de condicionamientos y presiones. Lamentablemente nuestro accionar no ha sido comprendido ni compartido por la totalidad de la dirigencia del sector, excusándonos de evaluar los motivos de tal actitud.

 

En setenta y cinco años de vida hemos resistido muchos ataques. Cuanto nos han atacado€..Hasta perdimos nuestra personería jurídica.

 

Pero jamás podrán condicionar ni nuestra dignidad ni nuestra libertad.

 

Dignidad para reclamar por aquello que nos pertenece y libertad para comercializar lo que producimos. Porque si cedemos en ello, perdemos la esencia de nuestro movimiento rural confederado. Los ruralistas somos herederos de un legado inalterable que reconoce al trabajo, la inversión y la producción, como genuinas fuentes generadoras de riqueza y de bienestar.

 

Dicen que nuestros reclamos son políticos e ideológicos. Claro que son políticos, todo acto en la vida de índole social es político, pero NO SON IDEOLOGICOS. En nuestra confederación conviven productores de distintas religiones y de distintas manifestaciones de pensamiento.

 

Nuestro rechazo es solo para aquellas manifestaciones que atentan contra el país productivo que todos soñamos. Ese país donde haya previsibilidad, libertad para comerciar, integración regional, crecimiento sostenido y sustentable, bienestar general y seguridad jurídica.

 

Sabemos que el cambio es posible. Debemos ser parte del poder. Dejar de pedir permiso para producir y exportar más. Para ello instamos en esta nueva etapa de CARBAP a todos nuestros miembros con vocación a participar activamente en la vida pública, dentro del partido político que mejor satisfaga sus necesidades democráticas. Pero con el firme compromiso de no olvidarse del sector una vez ocupado el espacio de poder. Porque allí estaremos para reclamar el cumplimiento de lo prometido.

 

Recordamos siempre lo que nos decía Don Nemesio de Olariaga... aquel que proviniendo del sector agropecuario deja de lado sus principios ruralistas por las vanidades del poder merece la mayor desaprobación de su grupo de pertenencia...€

 

Tenemos un nuevo ministro de Economía, que según el propio gobierno, no representa ningún cambio sustancial. Por lo tanto, debemos entender que se seguirá negando el reconocimiento que nuestro sector merece en el concierto económico del país.

 

Ya nos ha enfrentado injustamente con la sociedad a través de falaces argumentaciones expresadas por mercenarios fundamentalistas. Acciona campañas de prensa con tendenciosa mala intención.

 

Esta siendo el campo, amigos productores, excluido del proyecto de país que todos debemos protagonizar.

 

No se puede soñar una Argentina grande sin un campo pujante y competitivo.

 

Para finalizar les digo amigos que el sector agropecuario siempre le puso el pecho a nuestra patria, las ganancias cuando las tuvimos las volvimos a enterrar en este bendito suelo para tener año tras año cosechas récords y traer mas divisas y crecimiento en nuestra Argentina.

 

Y le digo señor Presidente que al igual que usted, creemos en la construcción de un país en serio, pero para ello necesitamos políticas coherentes para el sector y políticos serios.

 

Nosotros asumimos nuestro compromiso y aportamos nuestros mayores esfuerzos en crear la Argentina soñada.

 

Usted aporte funcionarios probos, serios y capaces.

 

No dejemos pasar otra oportunidad

 

Viva el campo

Viva la Argentina

Muchas gracias.

 

Buenos Aires, Jueves 26 de julio de 2007


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