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18/08/07 - 1142

Discurso de Pedro Apaolaza en ExpoJunín


Las siguientes son las palabras del presidente de CARBAP, Pedro Apaolaza, en la apertura oficial de la 61º Exposición de Ganadería, Agricultura e Industria de Junín:

 

" En mi carácter de presidente de CARBAP celebro y agradezco que me permitan compartir este acto de inauguración de la  sexagésima primera edición de la exposición de ganadería, agricultura e industria en el año en que nuestra confederación cumple 75 años de vida y de clara trayectoria, en defensa del productor agropecuario y  de su tarea fecunda.

 

Muchos fueron los dirigentes que en 75 años han coincidido en esta larga lucha sustentada en principios y convicciones que nos fueron legados por quienes en 1932 resolvieron  en legítima defensa dar vida y razón de ser a nuestra confederación. Esos principios fundamentales se han mantenido hasta nuestros días y es nuestra responsabilidad transmitirlos a quienes nos sucedan de la misma forma y con el mismo convencimiento.

 

De esto se trata, señores... una organización gremial como la nuestra, que exige dedicación - pertenencia - principios - convicción - solidaridad - vocación de servicio. y todo ello concentrado en un accionar gremial que es eje fundamental y motivo de nuestra existencia.

 

No han sido años fáciles para el Movimiento Rural Confederado, que debió afrontar momentos muy difíciles como la quita de la personería jurídica y hasta amenazas de muerte que mas allá de la anécdota han servido para renovar y fortalecer el convencimiento de nuestras  sociedades rurales acerca de la importancia de nuestra confederación como referente insoslayable a la hora de hablar del campo argentino.

 

Hemos vivido también jornadas memorables en el devenir gremial y en esto Junín ha sido protagonista y testigo privilegiado en esta labor de defensa legítima del sector agropecuario.

 

Señores, somos los productores agropecuarios quienes proveemos de alimentos a nuestra comunidad y al mundo; y generamos fuentes de trabajo para el 36 % de la población económicamente activa y también el 54 % de las divisas genuinas que en concepto de exportaciones recibe el país. Cedemos mediante retenciones más de 8.400 millones de pesos por año a las arcas de un administrador cuya gestión nos permite asegurar que en manos de los productores esos fondos tendrían un mejor y más ponderado destino.

 

Señores, a pesar de esta realidad, el gobierno ignora, agrede y pretende enfrentar al campo con el resto de la comunidad, implementando campañas de prensa direccionadas con tendenciosa  y evidente mala intención.

 

Quien pretenda gobernar en serio y para el legítimo interés nacional debe asumir que no se puede soñar una argentina grande sin un campo pujante y competitivo.

 

Debemos diseñar políticas que nos incluyan a todos y para que esto sea posible no debe haber exclusiones a la hora de opinar y exponer ideas. Debemos cambiar el rumbo. No habrá solución con precios máximos; acuerdos sectoriales espurios; prohibiciones; cierre de exportaciones; registros habilitados como instrumento de presión (ROE); acuerdos no sustentables para evitar incrementos de tarifas y precios; y costos de servicios que siguen aumentando en forma constante.

 

Estas políticas ya las sufrimos los argentinos y somos conscientes de las consecuencias de su inexorable fracaso. Estamos dispuestos a acompañar los cambios necesarios pero no estamos dispuestos a que se pretenda condicionar nuestra dignidad ni nuestra libertad. Dignidad para reclamar por aquello que nos pertenece y libertad para comercializar lo que producimos.  Porque si cedemos en ello, perderemos la esencia de nuestro movimiento rural confederado. Los ruralistas somos herederos y custodios de un legado inalterable que reconoce al trabajo, la inversión  y la producción como genuinas fuentes generadoras de riqueza y bienestar para toda la comunidad.

 

Señores, la Argentina por sus características geográficas y culturales es un país con base claramente agropecuaria. En las oportunidades en que Argentina acepto esa virtud y ese destino histórico y pudo obrar en consecuencia, nuestra economía despego.

 

Hace apenas unos meses la Argentina estaba despegando nuevamente. Pero una vez mas, como en tantas otras ocasiones de la historia nacional, una política errada en manos de resentidos funcionarios, puso en peligro esa oportunidad.

 

A pesar de las decepciones vividas en los últimos tiempos, no nos podemos permitir perder el optimismo. Todavía estamos a tiempo de salvarlo.

 

En la provincia de Buenos Aires mucho se ha trabajado mediante diálogos permanentes y esfuerzos en conjunto, y esto fue posible porque la vocación de buscar consensos y soluciones ha sido un distintivo que ha honrado la gestión de Raúl Rivara y su equipo. Hemos mantenido un dialogo responsable y hemos asumido compromisos que nos han permitido ir logrando soluciones y encontrando caminos posibles. Esto demuestra que para dialogar se necesitan dos partes con voluntad, vocación y predisposición, elementos que sumados nos permiten avanzar positivamente.

 

La ganadería enfrenta hoy una crisis sin precedentes. No existen antecedentes de tantas resoluciones,  regulaciones,  prohibiciones,  precios de referencia que nunca nadie respeto: registro de exportación manejado de acuerdo al humor y conveniencia del funcionario de turno; compensaciones; aplicación de normativas inexistentes, todo ello elaborado y aplicado sin criterio ni justificación que ha producido su lógica consecuencia.  La ganadería está en grave peligro, sin posibilidades de expansión a tal punto que resulta imprescindible accionar para poder salvarla.

 

No resulta posible producir a costo pleno para luego tener que vender la producción a precio impuesto por el gobierno habilitando e impulsando  irresponsablemente el accionar de un funcionario como Guillermo Moreno quien con su obsecuencia y falta de sentido común sumados a su perversa aptitud para manejar índices y estadísticas ha puesto de relieve la incapacidad de esta administración para gobernar con el debido equilibrio para todos los argentinos.

 

CARBAP rechaza los subsidios y las compensaciones, como así también la devolución  vergonzante de parte  de la renta agropecuaria de la que se han apropiado otros sectores con la complacencia cuando no complicidad de la actual administración.

 

No aceptamos las disculpas por haber arrastrado a la ganadería de cría a la peor de sus crisis. Y no lo hacemos, porque no queremos formar parte del empresariado prebendario que vive siempre a la sombra del gobierno de turno.

 

Desde la primavera de 2006 venimos denunciando el desmanejo que hace el estado a través de sus intervenciones en los mercados granarios especialmente el del trigo.

 

Desde CARBAP consideramos a los mercados instrumentos idóneos para lograr equidad y transparencia en la formación de los precios. No debemos olvidar que el productor no es formador de precio, ni pone el precio a sus productos. De ahí nuestra defensa a los mercados, que no pasa por lo dogmático.

 

En Buenos Aires y La Pampa que producen más del 60 % del trigo del país, el perjuicio en la cosecha pasada supero los 900 millones de pesos. Los valores de la próxima cosecha, hoy ya sembrada, relacionados a enero del 2008, nos están marcando un perjuicio futuro al productor de 100 pesos por tonelada, producto de la nefasta intervención y el cierre del registro de exportaciones.

 

En enero del corriente año, hicimos conocer a los legisladores provinciales y nacionales de nuestra jurisdicción el perjuicio mensurado en pesos de cada partido, resultando en muchos casos importes superiores a la coparticipación provincial que recibían los municipios.

 

Hemos sugerido mecanismos transparentes y de menor cuantía económica, para no encarecer el precio del pan, eslabón éste al cual se pretende llegar con el beneficio.

 

Desde CARBAP no abandonamos la defensa de la producción nacional ni dejaremos de lado el mandato de los productores. Estamos dispuestos a dialogar en serio, no a transar. Estamos en condiciones de buscar consensos necesarios y positivos para los intereses de nuestros representados. Todo ello con total transparencia y pleno conocimiento de los productores, los únicos a quienes debemos rendir cuentas por nuestro accionar y también por nuestras omisiones.

 

A quienes dicen que nuestros reclamos son políticos les reiteramos que sí, son políticos. Como todo acto en la vida del hombre de índole social es político, pero no son ideológicos, ya que convivimos perfectamente productores de distintas religiones y diversas concepciones ideológicas.

 

Nuestro único rechazo es solo para aquellas manifestaciones que atentan contra el país productivo que todos soñamos, y que merecemos, a saber: un país donde haya previsibilidad; libertad para producir y comerciar, integración regional; crecimiento sostenido y sustentable, bienestar general, respeto por las instituciones de la republica y seguridad jurídica.

 

Sabemos que el cambio es posible. Debemos dejar de pedir permiso para producir y exportar. Para ello instamos a quienes tengan vocación a participar activamente en la vida pública, de la manera que mejor satisfaga sus necesidades democráticas.  Pero sin olvidar su origen y pertenencia una vez ocupado el espacio de poder. Porque allí estaremos para reclamar el cumplimiento de lo prometido. Tal cual nos enseño uno de nuestros fundadores, Don Nemesio de Olariaga... aquel que proviniendo del sector agropecuario deja de lado sus principios ruralistas por las vanidades del poder merece la mayor desaprobación de su grupo de pertenencia.

 

Para finalizar les digo que el sector agropecuario siempre le puso el pecho a la patria, las ganancias cuando las tuvimos las volvimos a enterrar en este bendito suelo para tener año tras año mayores cosechas y tener mas divisas genuinas como aporte insustituible para hacer realidad la noble argentina soñada.

 

Muchas gracias"

 

POR LA LIBERTAD Y LA DIGNIDAD DEL CAMPO
Buenos Aires, Sábado 18 de agosto de 2007


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