Dos pueblos autoconvocados reclaman por las inundaciones

Cerca de un millar de pobladores de las localidades de Urdampilleta y Pirovano, del partido de Bolívar, se autoconvocaron en el Club Atlético Urdampilleta para exigir soluciones a los graves problemas de las iundaciones en la región, que ponen en peligro la continuidad de las actividades productivas, comerciales e industriales.

Ante la presencia del intendente de Bolívar, Juan Carlos Simón; del diputado provincial Isidoro Laso; del representante de CARBAP y presidente de la Sociedad Rural de Bolívar, Juan Carlos Cisneros, y otras autoridades oficiales y representantes de las fuerzas vivas, los pobladores de ambas localidades hicieron pública una carta abierta a las autoridades y elevaron al intendente Simón y al Concejo Deliberante de Bolívar un petitorio de diez puntos para que, como proyecto de resolución, sea tratado y aprobado por ese cuerpo legislativo.

Entre otros pedidos, se reclama la instalación en Bolívar de una oficina hídrica con poder de decisión para solucionar en forma inmediata los problemas que aquejan a la región; la realización de un plan maestro de aguas que contemple al partido de Bolívar y a los vecinos, dentro del contexto del manejo de aguas de la cuenca del Salado, y, mientras ello ocurra, la urgente realización de obras menores que faciliten el escurrimiento de las aguas.

Asimismo, se solicita la agilización de los certificados definitivos de emergencia o desastre agropecuario, la eximición del pago de tasas municipales mientras dure la emergencia, la exención total del pago del impuesto inmobiliario hasta un año después de la regularización de la producción, la eliminación de los mínimos no imponibles de Ingresos Brutos para el sector comercial, la reprogramación de deudas con los Bancos de la Nación y de la Provincia de Buenos Aires desde su origen y con plazo de 15 años luego de finalizada la emergencia y créditos de Honor de 15.000 pesos tanto para el comercio, como para el agro y otras pequeñas explotaciones.

En su carta abierta, a modo de fundamentación del petitorio, los pobladores autoconvocados destacan que está en riesgo la subsistencia de nuestros pueblos y recuerdan que la afectación hídrica cubre el 85% de la región, situación que se reitera con mayor o menor intensidad desde hace 14 años.

A modo de síntesis de tanta desventura, señalan que desde enero de 1985 hasta ahora transcurrieron 166 meses, de los cuales 102 resultaron de imposibilidad productiva según lo avalan los decretos de emergencia y desastre agropecuario. Compréndase que nuestros ciclos agrícolas de producción son semestrales; por lo tanto no hemos tenido, durante catorce años, un ciclo completo (cosecha fina y gruesa), a excepción del período comprendido entre agosto de 1989 y abril de 1992 (coincidente con los más bajos precios de nuestros productos), expresa la carta abierta.

También se indica que la preocupación generada por esa situación no es nueva, por lo que afirman que lo único que sirve son los resultados, soluciones concretas y perentorias; no estamos dispuestos a solventar con paciencia la falta de acción o la inoperancia de los que han sido o son nuestros representantes. Por eso nuestras comunidades, que hoy viven sumidas en la angustia y la impotencia ante el endeudamiento, claman por soluciones que les permitan recuperar sus tierras, y con ellas el trabajo y la esperanza.

Buenos Aires, Octubre 28 de 1998.